En Instituto Madeleine Meyer y seguramente tú últimamente has estado escuchando por muchos lados o has visto que en el supermercado cada vez existen más marcas de aceite de coco, ¡pues claro es que está muy de moda!
El aceite de coco al igual que cualquier otro, en exceso es malo y tiene una alta relación con enfermedades cardiovasculares. Esto se debe a su alto contenido de ácidos grasos como lo es el ácido laúrico el cual encontramos en semillas provenientes de distintos tipos de palmeras como lo es en este caso el coco. Este ácido aumenta los niveles de colesterol y al mismo tiempo las lipoproteínas. Pero también tiene un efecto positivo como el de eliminar bacterias e infecciones.
Pero bueno, basta de satanizar este aceite y déjenme contarles los beneficios del mismo.
El aceite de coco contiene triglicéridos, estos son grasas de cadena media que encontramos en la leche materna y son buenos para la salud. Estos ácidos por la forma en la que los digerimos se vuelven energía instantánea y tiene efectos terapéuticos para el cerebro.
Teniendo una ingesta diaria de entre 15 y 30 gramos de estos triglicéridos podemos llegar a aumentar o mejor dicho acelerar nuestro metabolismo hasta un 5%, esto no significa que ahoguemos la comida en aceite de coco, eh!, una cucharadita de este es más que suficiente para cocinar.
El aceite de coco natural sin olor ni colorantes ni nada por el estilo, inhibe el hambre, ósea que nos hace comer menos sin ni siquiera pensarlo, también sirve para hidratar y reparar el cabello dañado o nos ayuda con el deterioro natural del mismo, ayuda a hidratar la piel.
Fuente: www.placeresorganicos.com