¿Has escuchado sobre el coolsculpting? Una nueva tendencia en tratamientos de belleza que el Instituto Madeleine Meyer te presenta hoy.
El coolsculpting es, como bien lo indica su nombre en inglés, un tratamiento reductor y estético del cuerpo a través de la aplicación de frío: con enfriamiento preciso y controlado se pueden eliminar de forma segura las células grasas, sin dañar la piel. Veamos en este artículo en qué consiste y cómo se realiza.
Básicamente, sirve para ayudar a eliminar grasa localizada que es uno de los mayores problemas para muchas personas, sobre todo cuando avanza la edad, ya que una vez que se localiza es difícil de erradicar.
El coolsculpting es un procedimiento no invasivo y seguro, que logra ir destruyendo el tejido adiposo por medio de una aplicación de succión y la emisión constante de frío intenso. Ante esto, los depósitos de grasa sufren un proceso de cristalización -congelación- y mueren. Tras el tratamiento, el organismo va eliminando esta grasa de manera natural.
Las ventajas son varias y claras: no requiere de cirugía ni de anestesia, ni tampoco tiene un tiempo de recuperación posterior. Se utiliza, especialmente, para tratar y reducir las siguientes zonas del cuerpo: abdomen y cintura, espalda superior e inferior, muslos internos, caderas, pecho -en los hombres- y papada.
No hay tampoco alguna indicación específica antes del tratamiento: se podrá comer como siempre y solo habrá que estar bien dispuesto. Su duración es como máximo de dos horas y se pueden retomar las actividades tras él sin ningún problema.
Los únicos signos que pueden quedar en la piel de la zona tratada es que se vea algo más roja, entumecida y con un poco de sensación de hormigueo. En caso de ser necesario, el especialista indicará un medicamento apropiado -de venta libre-.
Más allá de éste y otros tratamientos para eliminar grasa, vale recordar que el llevar una alimentación adecuada ayudará en este tipo de procesos: ingerir menos calorías que las gastadas a diario, reducir consumo de grasas y azúcares refinados, y aumentar ingesta de fibra. Baja asimismo la dosis de sal, ya que propicia la acumulación de líquidos.
Las actividades aeróbicas, como caminar a buen ritmo, trotar o hacer steps o spinning son también buenas opciones para respaldar un tratamiento de esta naturaleza y llevar una vida sana. También podrás hacer ejercicios localizados para tonificar las zonas específicas, según tu necesidad.
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